5/6/12

Los medios de comunicación, o más bien la libertad de prensa, siempre me ha interesado. Esta semana, concretamente ayer, tenía que entregar un trabajo sobre este tema para la asignatura de Ética. Cuando acabamos todos de dar al profesor (del que, he de decir, que soy una gran admiradora) el trabajo, comentó las actividades.

Llegaba siempre a la conclusión de que en el periodismo (o al menos de  investigación) siempre hace falta valor para publicar los artículos. También comentó la importancia de tener la información necerasia sobre lo que estás escrbiendo, porque "si escrius el que et surt dels nassos, l'únic que fas és mocar-te" (si escribes lo que te sale de las narices, lo único que estás haciendo es sonarte los mocos). Asimismo, criticó la escasa calidad de algunas cadenas de televisión (sin dar nombres, como siempre) y la influencia del gobierno en muchas de estas.

Además hoy en la televisión he visto que se han entregado unos premios en la Comunidad de Madrid en los que una periodista ha dicho en su discurso algo como: "sin el periodismo no hay democracia".

En definitiva, creo que el periodismo se esta yendo a traste y pocos se están dando cuenta...

2/6/12

03/06

6:00 (hora en que, supuestamente, me tenía que levantar para poder estudiar con paz, sin que nadie me moleste). 7:00. 8:00, ahora sí. Me siento en mi cama y vacilo unos cinco segundos sobre si ponerme zapatillas o no porque: a) Si no me las pongo, probablemente luego tenga frío, b) si me las pongo, haré ruido al caminar, y odio romper el silencio -para mi sagrado- de estas horas en  mi casa. Mientra vago por el pasillo hacia el baño, escucho el melodioso sonido de la lluvia... Me quedo un minuto quieta, plantada en medio del pasillo para gozar de esta música... Tras mi excursión al baño, me dirijo al salón. Enciendo la tele y me voy a la cocina. Vierto en una taza de medio litro leche y la pongo a calentar. Mientras abro els plástico de los Donut clásicos. Saco la leche del microondas y vierto en el dos cucharadas de café soluble. Me siento en el sofá: revoluciones, bancos, rescates económicos, algunas muertes, ETA,... Me digno a dar un mordisco al donut y, no encuentro diferencia alguna entre el clásico y el "moderno". Me bebo la taza de café como si no hubiese bebido ningún líquido en una semana. Me levanto del sofá y me dirijo a la mesa de estudio. Allí me espera mi compañero de fiestas, el libro de historia. Pero en lugar de abrir el libro, abro el portátil y, en efectivo, en un arrebato, me pongo a escribir... Pero ya basta de gandulear, Primo de Rivera, la II República, la Guerra Civil y Franco me están esperando, así que a estudiar!